Tú simulando una sonrisa.
Tu mirada perdida.
Tú y tu depresión poética que me ahogaba en bellos versos negros.
Tú sin escucharme cuando te pedía que te amaras.
Tu lado de la cama vacío cuando te perdías en otras faldas.
Tú y tus juramentos de amor.
Tú huyendo.
Tu hijo mayor que nunca fue niño.
Tú y tu fantasma; de no hablar de ti ya me pareces inventado
Tú con un papel en blanco y arrugado.
Tu callo de escribir en la mano de mi Lobito.
Él y tus ojos oscuros y el silencio negro en su alma.
Tú insomne pensando en el no futuro.
Tu pequeña niña que nunca ha dejado de llorar por ti.
Tú y tus ojos que siempre querían lloran y no sabían como.
Tú al principio del anden.
Tu único paso hacia delante.
Tú y tu huida autoinfligida.
