-Hola ¿Cómo te llamas?
-Me llamó Inés.
-Yo soy un chico estúpido, depresivo, follo mal y no creo en el amor.
-¿¡Qué!?!
-Lo de estúpido es obvio, ¿quién intentaría ligar con una chica de esta manera? Y claro, eso me lleva a un depresión crónica.
-¿Tu estupidez o no ligar?
-Ambas cosas, ademas cuando las logro evitar topo con mi siguiente defecto; follo mal, no sé ni desnudar a una chica, tengo problemas hasta con las minifaldas, en serio; no recuerdo haber desabrochado un sujetador por mis propios medios jamás.
-¿Y también la tienes pequeña?
-La naturaleza no es tan cruel como tú, Inés, pero no tengo mucho talento para los besos y caricias. Aunque ese es casi mi último defecto.
-¿Casi el último?
-Ya te lo he dicho, no creo en el amor, cuando acaba el sexo me voy sin dar una sola caricia de más.
-Parece que las llevas contadas!
-Por si todo esta fuera poco me queda otro defectillo, este es mi mejor truco de ligue y soy un jodido mentiroso.
-¿Y ahora es cuándo tengo que comprobar por mi que parte es mentira y cual verdad?
-Puedes intentarlo, pero no te prometo decir la verdad.
-No hace falta, yo soy una chica lista. Este rollo no lo soltaría alguien estúpido. Tienes los ojos brillantes y no has dejado de sonreír, no eres depresivo. Y tus labios son bonitos, seguro que besas mejor de lo que dices, mentiroso.

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Claudia apareció perdida en el barrio el primer día de clase de bachillerato. Yo la encontré mirando abrumada las fachadas de ladrillo visto del barrio hasta que sus ojos encontraron los míos y sonrío.
-Hola! ¿Este es el instituto Mateo Morral?-Me preguntó.
-No, es el Ramón Mercader, el Mateo es esté de aquí.-Conteste cayéndome en sus ojos negros.
-Pero si está a lado, ¿Por qué ponerlos tan juntos?
-Dos mejor que uno, ¿verdad? Ademas son muy diferentes, ¿Eres nueva en el Mateo?
-Si, me llamo Claudia.
-Yo soy...
-¡Ei Lobito! ¿Vamos a llegar tarde el también el primer día?-Me interrumpió César mientras se acercaba.
-Claudia, él es César; César ella es Claudia, es nueva en el insti.
-Estas de suerte Claudia, acabas de conocer a los dos chicos más simpáticos y divertidos de todo el extrarradio; vamos a hacer su paso por esté jaulario algo memorable y sublime.-Dijo César en tono solemne y rimbombante.

Y así fue como César se ganó la primera sonrisa con caída de ojos de Claudia, no creo que recuerde que yo fui quien les presento, ni al que ella susurró un par de semanas después cuanto le gustaba César. Pensé que aquel susurro era solo para mi y sobre mi, pero eso nunca lo sabrán.
img encontrada en: http://vi.sualize.us/

Después de mucho pensarlo ya sé que me gusta de ti. Tienes una capacidad casi infinita para producirme sufrimiento. Como un buen dealer diste muestras gratuitas de los mejor de ti, hasta que empezaste a cobrar tu precio. No eres sádica, no disfrutas con ello, o eso creo.

Tú eres la primera que te crees las mentiras que me cuentas. Estas tan incapacitada para amar como yo cariño. Me encanta tenerte a mi lado porque me haces percibir la poca humanidad que me queda, aún tengo un poco más que tú.
Te odio tanto que no puedo dejar de quererte. Puedo dejarte cuando quiera pero no quiero, a tu lado hasta yo parezco buena persona.



Él odiaba viajar, se comparaba con Kant que nunca salió de su pequeña parte del mundo, pero la verdad es que su deseo de no viajar nació para consolar a su madre que nunca pudo llevarle de vacaciones.
-Mamá da igual, no me gusta la playa, ni viajar.

Ella era distinta, tuvo otra infancia, necesita moverse para sentirse viva, y le intentaba convencer de que ya no estaba frente a su madre consolándola.
-No seas tonto, ven conmigo; tienes que ver ese atardecer con colores calidoscópicos, tocar esas piedras milenarias, oler aquel bosque, sentir el frió seco del ártico...

Y llegaron a un acuerdo; ella le enviara fotografías de cada lugar y él escribirá una historia para poder sentirla juntos.


"Recuerdo aquella cala perdida del Mediterráneo donde nos conocimos siendo casi niños aún, y el barco abandonado de Biarritz donde nos dimos nuestro primer beso al año siguiente, si cierro los ojos puedo sentir la salada dulzura de tu saliva mezclada con mar.
¿Recuerdas pequeño café junto a La Sorbonne donde nos encontramos tanto tiempo después?
Sigo recorriendo el mapa de Europa dibujando nuestro viaje y pensando en nuestros mil besos en mil lugares.
El olor a pan recién hecho siempre me lleva de nuevo a nuestra cabaña en los Cárpatos y nos veo preparando el desayuno.
Odio los edificios altos y Nueva York. Odio el destino que te llevo allí en tu luna de miel, no sé si odiarme, odiarte o odiarnos por lo que hicimos y lo que no hicimos.
Y ahora en otra playa de arena blanca mi pequeña Pietá y tu hijo juegan juntos y me susurras.
-Parecen hermanos, Dani tiene tus ojos y tu nombre.
-Piedad es lo que grito cada vez que nos encontramos y cada vez que te vas."

Para Lae por revisarlo.
Img víaN
Cargado originalmente por J o r

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"Llego en el vuelo de las 3, hemos discutido, tenemos que hablar César."
Me reenvió este mensaje de Claudia nada más recibirlo; yo tampoco me lo creía. Después de todo el final de la historia no puede ser tan sencillo.

Pero allí estaba César a las 3 y por supuesto que hablaron, acariciaron y besaron todo lo que tenían pendiente.

César pasó esta semana sin pensar ni hablar de otra cosa que no fuera Claudia; de hecho vivió esta semana en ella, paseaba levitando a un palmo del suelo.

Ayer viernes Claudia regresó a Dublin para recoger todas sus cosas aprovechando un viaje de negocios del pijo, no quería ni volver a verle.
César era la imagen del triunfo, y como era viernes salimos a celebrar, que nos sobraban los motivos.

Por la tarde nos encontramos con un compi del Barrio que es cámara en la tele y acabamos por Tirso en el garito de blues más "in" de la capi; de esos que tienes que llamar a cierto móvil para entrar a pagar 12 € por copa.

César con eso de que estaba levitando se ubico en seguida entre el famoseo de Mad-Madrid y más cuando le presentaron a Beatriz Sierra, esa actriz que protagoniza los sueños de todos los muchachos del Reino. César sacó lo mejor de sí y Sierra le siguió el juego.

-Joder ¿Has visto Lobito, me estoy haciendo a la Sierra? Como los maquis, ¡me tiro pal'monte!

Y yo callé, me quede sin palabras, podría haber dicho mil, de hecho se agolpaban por salir todas a la vez. Joder, el Lunes vuelve ella, te ha elegido, ha elegido el Barrio por ti. Has ganado, disfrútalo y no lo jodas. César debió leer en mis ojos todas estas palabras y me dijo:

-Esa que nos mira y sonríe es Beatriz Sierra y Claudia no se tiene por que enterar; ¿Verdad?



Lo sé, mis ojos color café recalentado al microondas no merecen reflejarse en los tuyos negro abismo.

Tú también sabes que te adoro, te quiero y te deseo, por ese orden.
Que me muero de celos cada vez que hablas y sonríes a algún chico guapo aunque yo éste besando a otra en ese momento.

Ambos sabemos que los labios que busco siempre son los tuyos.


Desde hace semanas tengo una de esas agendas moleskine pero aún no la he puesto ni una letra. Sigo usando hojas perdidas, reversos de billetes de tren o avión y cuadernos de Otoño con casi todas las hojas arrancadas. Ahora todas esas notas duermen entre las hojas vírgenes de la moleskine.

No me atrevo a poner la primera letra pero sé que hablara de ti. Tengo la tentación de abrirla por la mitad y comenzar ahí mismo; sin ningún orden ni dirección, como siempre. Sin embargo, al tocar el papel olvido que decir, como cuando te veo y aún no te conozco ¿Por dónde debería empezar?

Img via: erotica.tumblr.


-Hola César.
-Hola Claudia.
-Ya casi no me acordaba como era tu voz por teléfono.

César se quedó callado, pensado en porqué había llamado, en que decir...

-¿Dónde estas ahora?-La voz decidida de Claudia rompió el silencio.
-En el portal del Lobito, le acabo de dejar.
-¿Te apetece venir conmigo? Mi hermana tiene una botella de vino y si me la bebo sola me emborracharé.-Susurró ronroneando Claudia.
-Vale, voy para allá, aunque no creo que te emborraches con una sola botella.
-Hasta ahora cariño.
-Hasta ahora.

Mientras hablaba ya estaba conduciendo hacia Claudia, y antes colgar el móvil ya casi estaba frente a su puerta.

-Y bien César ¿Para qué querías emborracharme?

Y se emborracharon el uno del otro, durante minutos que duraron horas se devolvieron casi todos los besos que se debían, pero toda borrachera tiene resaca y la suya llegó muy pronto.

Eran las 4:26 y sonó el teléfono de Claudia que les miraba desnudos sobre la mesilla, la pantalla mostraba la cara de ese maldito pijo encima del nombre "Cari" Claudia se quito de encima a César para atender el teléfono, respiró hondo para ahogar sus últimos jadeos.

-Hola Cari, me pillas ya en la cama... no mi hermana no está...no sé si puedes venir es la casa de mi hermana... pensé que te quedarías con tus amigos... yo también te echo de menos...

Mientras Claudia seguía hablando César se vistió y se fue, no quería otra despedida ni mucho menos oír como Claudia le echa de su cama por un pijo.

Estaba perdido aquella noche, precisamente aquella noche.

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Para César todo viene por Claudia.

Claudia apareció de nuevo en el Barrio, pero no era la Claudia que buscó la U-topia en el Des-tierro, era tan diferente que yo ni la habría reconocido, sobretodo al verla junto a aquel chico.

-Esta con un pijo-Dijo César sin creerlo tampoco.
-Ya, le he visto- Contesté.
-Pero muy pijo, y con un rollo chulo madrileño inaguantable.
-¿Estás celoso César?

Eran las 8 habíamos pasado la tarde con la feliz parejita, el niño-bien se iba con sus amigos dejando sola a Claudia (no, no era muy listo o quizás también creía en los ojos de te quiero de Claudia)
Dejamos a Claudia en casa de su hermana, nada más irse intente hacerle prometer a César que no llamaría.

-Sabes muy bien como va acabar esto -le dije- pasara aquí unos días y volverá a irse, te dirá entre lágrimas lo que te quiere pero se irá, y lo sabes.

César nunca se enfada, y menos conmigo, pero esa vez estalló.

-No todos vamos a dejar pasar nuestra oportunidad para regodearnos eternamente en la infelicidad- dijo mientras paraba el coche en mi portal- Hemos llegado.
-Joder tío esta noche he soñado con Carmen.
-¿Carmen?¿Qué Carmen?
-Mi ex-novia la del primer año de carrera, la morena con el pelo muy rizado.
-¿Aún sueñas con esa? ¿No conoces el PrOn?
-Joder estuve dos años; pero que no veas que movida, pues resulta que estaba duchándose-carcajadas de su compi- ¡Calla! y yo afuera esperando con la toalla, se la pongo, se gira y en un primer plano cortisimo me dice "Ojala te hubiera dejado el primer día; no te puedes hacer una idea de lo feliz que he sido sin ti"
-¡Toma ya que zorra! ni en sueños deja de putearte.
-Ya es una putada que se meta así en mis sueños pero el tema esta en que al girarse tenia el pelo seco, es un error de continuidad...


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El destino la puso en la misma acera y andando en dirección contraria aquella noche, precisamente aquella noche; si eso no es una señal que otra cosa puede ser.

Se veían con bastante frecuencia como siempre Ana se acerco sonriendo risueña.
-¡César! ¿Cómo que estas por la calle a estas horas?
-Últimamente me levanto temprano para pasear y ver chicas guapas.

Ana conocía bien al adulador César y obvio su guiño mientras le saludaba con los dos besos de rigor. Cuando Ana apoyo su mano sobre el hombro de César este la sostuvo con la suya para lanzar un "Sabes que todavía te quiero" clavando la mirada en los alegres ojos verdes de Ana.

Ella aún mantenía la mirada cuando trato de convencerse en voz alta.
-Pero ahora estoy con Nando... vivimos juntos...-César continuaba mudo pensando que ella no se había alejado-...ya son casi dos años juntos... -pero no conseguía apartar la mirada y se veía la duda en sus pupilas dilatadas-...soy muy feliz con él- sentenció.
-Conozco bien tu felicidad, era de otro color y sabia como un beso a las 5 de la mañana.

Ana cerro los ojos, las chicas buena siempre lo hacen y se dejo besar de nuevo por César.

César no se suele juzgar, dice que para eso estoy yo, pero hasta él sabe que esta vez fue más cabrón de lo normal.
Cuando Ana se despertó sola en casa de César pensando en las mentiras que había escrito a Nando y en como sería repetirse las a la cara recordó que algunos te quiero duran lo que se tarda en pronunciarlos.
La imagino llorando al escribirme este mensaje "Si eres capaz de mirar a la cara al desalmado de tu amigo dale las gracias por recordarme lo que dulce parece la maldad"
Como siempre la respuesta de César fue que todo es por Claudia


Img: Originally uploaded by klipomaniaco

Algunas cosas se saben aunque nunca se hable de ellas. Son secretos profundos, tabú insalvables construidos día a día con la premisa de que lo que no se habla no existe. Pero de eso solo te das cuenta al madurar.

La Niña maduro en una comida de Sábado, estábamos todos hablando y riendo cuando la dulce voz de mi hermana quiso romper el tabú.

-¿Por qué nunca hablamos de papá?

No siguieron ni dos segundos pero parecieron una eternidad que precedió a la voz firme de Lobo.

-En esta mesa no se habla ni se nombra a cobardes suicidas.

El silencio que siguió a esta frase fue indescriptible. Recuerdos enterrados llenaron mi retina, borrosos por los años y las lágrimas que los ahogaron. Nadie había usado esa palabra y menos delante de Mamá.

Así fue como mi Hermanita maduro y aprendió lo que dice el silencio.


-Tus promesas ya no valen nada, tú ya no vales nada César, ¿De verdad crees que voy a ser la niña tonta que perdona algo así? -María tomo aire mientras esbozaba una sonrisa y alzaba su dedo índice- Aunque me pongas los ojos tristes, aunque llenes el aire de tus palabras vacías; ni te voy a perdonar, ni te voy a decir que seremos amigos, mis amigos no traicionan creyéndose el más listo.

»Ese es tu problema César, te crees el más listo, crees que tus palabritas y caritas te libraran de todo, pues no, hoy no, conmigo no. Me quiero demasiado para dejarte hacerme esto.

» ¿Cuántas veces te ha funcionado el rollo este de chico melancólico sin auto control, que se lía sin querer con la primera que se le cruza? Que te haya funcionado una sola vez me parece increíble.

» Mirarte es aborrecer cada una de las veces que he prestado oído a tus mentiras, porque ahora sé que todas y cada una de tus palabras no son más que mentiras…

-Yo te queri…-Intento decir César

-Ni se te ocurra cortarme, te he dicho que me vas a escuchar y lo vas ha hacer, se han acabado tus mentiras, te has acabado tú. Lo peor es que me da pena que exista alguien tan incapacitado para amar a alguien. ¿Qué sera de ti ojitos guapos? Me da igual, si quieres un poco más de sinceridad no dudes en llamarme.

Cuando César me contó todo esto le explique que dentro de cinco años miraremos atrás y nos arrepentiremos de todas Marías que hemos dejado pasar. El me miró sonriendo y dijo “A esta María que se la quede Pacheco para defender Toledo, la rubia estaba muchísimo más buena”

(img via wonderlandcode831)


El sudor empañaba los cristales de las gafas protectoras y tenía la sensación de nadar en un mar de vinagre por el olor penetrante de mi pañuelo rojo que me permitía seguir avanzando entre las bombas de humo de los uniformados.
A su lado Lobo observó un camarada con un cubo de agua que se apresuraba a sofocar la humareda tóxica.

-Ya esta, esto es la primera línea, que se note que estas presente.- Pensó mientras dibujaba una ligera sonrisa de triunfo debajo de la mascara.

La verdad es que llegar había sido todo menos fácil, cada paso ha construido pequeños espacios de libertad ganados centímetro a centímetro; arrancados a los usurpadores, perros sumisos del poder que no cuestionan ninguna orden.

En estos espacios efímeros no hay paro, ni crisis, ni exclusión, ni clases, no existe ninguna opresión ni estado; como una estrella que tintinea solitaria en la noche más oscura pero es capaz de deslumbrar a quien le mira. Todo nuestro esfuerzo, todas las heridas merecieron la pena.

Quien sabe donde estará esta noche o dentro de una hora, si pasará días en el calabozo lleno de golpes, pero no les contará nada, ellos no se merecen conocer esos oasis que creamos; estos ineptos obedientes nunca entenderán lo que es erigir la libertad verdadera.

-Sotto la cobertura-gritaron a la espalda de Lobo.

Una bola silbó cerca de su cabeza mientras se refugiaba tras un contenedor volcado, no había tiempo para ensoñaciones, el avance debe continuar, abrir brecha entre esta última línea sería llegar a la valla protectora tras la que los poderosos se esconde de la realidad que han creado y niegan.

Cuando agachado recoge una piedra del suelo no es Lobo, es la mujer proletaria que postrada limpia las casas de los poderosos; después cuando lanza es el obrero que levanta el inmenso peso de construir un mundo nuevo; les siente a todos a su lado siento la inmensa rabia de su amor empujándole hacia delante sin dudas ni miedos.

Tres compañeros cruzan un vehiculo en la inmensa avenida para evitar la inminente carga policial, va junto a ellos.

-¡Uno, due, tre!- Giran el pequeño Clio unos 50 grados sobre las ruedas delanteras -Uno, due...


img via: prismatic-effect

Siempre que Lobo volvía de visitar a Julio en la cárcel necesitaba dejar de pensar, necesita que toda la rabia del street-punk llenara su cabeza y la vaciara de tristeza. Julio y Lobo crecieron, soñaron y lucharon juntos toda su juventud, siempre codo con codo, espalda contra espalda.

La historia de como la bofia y los nazis nos lo quitaron es un clamor en todo el Barrio, le toco a Julio, pero podría haber sido mi hermano el secuestrado por esos cabrones.

Un facho hijo de uno del PP importante estaba metido en trapicheo de farlopa y en una de esas (por gilipoias) un marroquí le regalo un par de navajazos, como el marroquí desapareció le cargaron el muerto a Julíto, descabezando de paso toda la escena antifascista que empezaba a despuntar en el Barrio. El resto es la típica historia de la justicia española y la impotencia de ver que solo quien no tiene dinero para un buen abogado entra en el trullo.

Yo me acercaba a Lobo, le ponía “Bendita Locura" de Non Servium. Nos abrazábamos y salíamos a tomarnos unas a cuenta de las que le debemos (y pagaremos) a Julio (y a sus amigos).


Lobo se aparto unos centímetros de sus labios y le volvió a rozar la punta de la nariz suavemente con los dedos, ella sonrió frunciendo el gesto.

-¿Por qué siempre me tocas la nariz así?

-¿No te gusta?

-No sé, ¿Qué le pasa a mi nariz?

Lobo se acercó y comenzó a susurrar con pegado a su mejilla.

-Cuando era pequeño mi madre estaba fuera durante semanas o meses, sin verme, cada vez que venía me traía algún regalo y un beso de gnomo, no recuerdo ninguno de los regalos pero no he olvidado ni un solo beso.
Laura sintió una pequeña lágrima donde su piel descansaba sobre el ojo derecho de Lobo. Y también sintió el silencio, el silencio inmenso de una puerta nunca abierta.

-Pero hay algo más, no vamos a volver a vernos, no me llames, no digas nada cuando me vaya sin mirar atrás, soy el Lobo, soy Skin Head, mi camino muy estrecho para llevar compañía.

Foto (via ag2r)


Muchos piensan que crecer a la sombra de mi hermano mayor me ha condicionado, Lobo tiene una personalidad desbordante, el Barrio le conoce y le quiere; si andas con el por la calle es mejor que no tengas prisa, todos le saludarán. Yo siempre he sido el Pequeño Lobo, Lobito, Cachorro de Lobo, pero me llena de orgullo llevar su nombre en el Barrio.

El Lobo apenas había dejado de ser un niño cuando ya tenía una familia a su cargo, le recuerdo a los 15 años llevándonos al colegio, con la cabeza rapada, su Harrington y la llorona de nuestra hermana en brazos. Aquel mismo verano dejo los estudios y se puso a trabajar. “Jugar a ser mayor no es barato”. Nunca se quejaba por nada, siempre veía el lado positivo “Unos brazos como estos no se consiguen en un gimnasio de pijos” Ahora sé que llevaba la carga más pesada del mundo en su espalda pero a nadie se lo dijo, con nadie la compartió.

Nos educo rectos, no nos deja hablar mal ni despistarnos en los estudios “Necesitamos que una cabeza amueblada cuide de Mamá, estos brazos no serán siempre fuertes” Era solo un niño y tuvo que ser quien nunca deja de sonreír, mirarle a los ojos te hacía sentir que todo era posible. Mamá siempre andaba preocupada de que no le duraban las novias “Es que estoy buscando una más guapa que tú, Morena”

Solo le vi una vez bajar los brazos, fue cuando mi hermana nos engaño y dejo de ir al Instituto para ir con sus amiguitas al fracaso “Nos ha salido mentirosilla.” Ver la inmensa derrota de tantos años de esfuerzo me partió el alma, pero ya me tocaba a mí jugar a ser mayor y compartir la carga de educar a nuestra Mentirosilla.


Cada prenda sobre el suelo hace afilar más los colmillos de Lobo, las pupilas se dilatan hasta ennegrecer por completo su mirada. Su autocontrol se extingue. No hay retorno.

Ella se deja hacer, juguetea con sus manos mientras con los ojos entrecerrados busca un beso. Solo le queda el sudor sobre la piel y Lobo sitúa su pierna izquierda tras las de ella dando suavemente con su rodilla para obligarlas a doblarse mientras ordena:

-On your knees- El baile ha comenzado.

¿Cuándo se habrá dado cuenta?”-pensó Lobo- “¿Desdé cuando sabe que esta noche no le van a amar? ¿Fue en el bar al sonreírme? ¿Cuándo le advertí que era un chico malo? Ella me aseguro que era peor, que lo muestre.”

La cabeza del Lobo ya no esta rapada, sus ropas le hacen invisible del resto, ha dejado atrás su marcado acento suburbial; pero sus colmillos están afilados aún.

Tirado en la cama sudada que aún vibra el Lobo percibe la otra respiración entrecortada, en su cabeza retumban los gemidos que llenaban la habitación hace solo un momento. Ella se acerca para recostarse sobre su pecho. Lobo siente ganas de llorar pero solo huye, como siempre.

Creía que había cambiado pero la realidad le demostró que seguía tan incapacitado como antes para amar y ser amado. Es un Lobo, Es un Skinhead.

(img via wonderlandcode831)


20 de Abril del 90

Hola Claudia.

Ha pasado mucho tiempo desde que nos escribíamos, siempre recordaba esta canción de Celtas Cortos al poner la fecha y estaba tentado a plagiarles, pero nunca coincidió la fecha, y ahora tampoco les copiare, tengo cosas propias para ser original.

No quiero ponerme nostálgico y ñoño recordando aquellos infinitos veranos de nuestra niñez ni aquel primer año de universidad que compartimos militando en los realistas soñadores de la sociedad perfecta. Ni mucho menos quiero recordar el enero que empezó el siglo y termino el sueño.

Cuando estas ante las decisión que marcara tu vida deberíamos percibirlo de alguna manera, un cartel con luces de neon, una voz en off del futuro, algo así.

He vuelto a esa tarde mil veces estos años, muchas veces he justificado mi decisión, ¿Qué demonios iba ha hacer yo en Oslo, sin universidad ni trabajo? ¿Por qué huías tú y me hacías sentir culpable a mí?

Pero otras muchas he deseado ir contigo hasta el fin del mundo, y más desde que termine la estupida carrera para acabar currando de imbecil encorbatado, desde que alquile un piso en la misma fea ciudad de siempre y ahora que me dura más el corte de pelo que las novias.

Nunca he sido demasiado misericordioso conmigo mismo, lo sabes bien, me torturo pensando en como habría sido todo si yo hubiera agarrado tu mano y el billete a Utopia. ¿Cómo habría sido?
Querido Cesar:
He vuelto a esa tarde con insistencia estos largos años, tengo que hacer autocrítica y reconocer que comporte de forma egoísta, que no debí abandonar todo de manera impulsiva ante la primera dificultad.
Si hubieras venido conmigo todo se habría ido a la mierda, era una época oscura para mi que debía atravesar sola.
Nunca he visto Utopia, el billete era falso, Europa es mucha más fea que tu barrio.
Deseo volver a sentir el sol del verano castellano de nuevo y que cuando mi piel arda la soples para refrescarme.

Cuando Cesar me ha enseñado este email enseguida me he visto que Claudia volvería sin pensárselo para arrojarse a sus brazos en mitad del aeropuerto como en una peli de final feliz.
Lo que no tengo del todo seguro es si Cesar quiere el billete un billete a Utopia para huir de su tediosa vida o volver a tener 19 años, como la mayoría de las chicas con quien intima entre visitas a la peluquería para disimular el inicio de su calvicie.

Claudia ama César; César ama al joven César de Claudia.
¿Cómo le dices esto a tu mejor amigo?

(img via: mimin)


Marcos es cirujano, se lava obsesivamente las manos 10 ó 15 veces cada día; aun así las siente sucias para tocar a su esposa Isabel; y más cuando acaricia a la dulce África, la joven enfermera que le dibuja la sonrisa con cada palabra.

Pese a toda esa preocupación por la higiene debe apestar, su propio hijo ni se le acerca desde hace semanas, ya ni pide una nueva vídeo consola o más juegos, una apática conversación de monosílabos es todo lo que consigue de él, esto es más de lo que logra de Isabel, ¿tan lejos están los días en que se prometieron no ser un matrimonio de christmas navideño?

Sanson perdió la fuerza al cortarse el cabello, Marcos perdió las ideas y los principios cuando se cortó las greñas y jugó a ser adulto.


-¿De verdad crees todo eso?-Preguntó Alex de forma brusca y directa.

César solia hablar con frecuencia de La Morena, a quien alguna noche se encontrara y le alejara de la vida crápula.

-Pues claro, esta hay fuera, ya sé hasta como sera ese día; me tocara llevar el coche y no habre bebido ni una cerve, estaremos en una fiesta en casa de alguien, aburrido saldre a la terraza a liarme un cigarrillo.

-¿Y entonces caera del cielo?-interrumpío Alex, que nunca puede callar una buena puntilla.

-Espera Alex que esto promete- dije intentando que César siguiera su historia de princesitas.

-Ella no caerá del cielo, estará allí. Sus ojos serán negros como la noche más oscura, con dos tintineantes reflejos brillantes, su pelo del color del profundo abismo. Me saludara sonriente con un “¡Hola!” yo responderé con un rápido “¡Hola!” que calle el “¿Llevas mucho esperándome?”; ella dirá “Menos mal que has llegado” mientras intenta encender su cigarro con un mechero que ya no funciona; le ofreceré mi encendedor, apoyara su mano sobre la mía y comenzaremos a contarnos todo lo que nos ha pasado, como dos viejas almas que se vuelven a encontrar.

Sino conociera a César como le conozco pensaría que todo esa parrafada la dijo enserio, que es un enamoradizo, pero le he visto en acción y se que toda esa historia no es más que una excusa para justificar dejar a todas las chicas que cometen el error de pillarse por él. Es mucho mejor decir, “busco a mi alma gemela” que “no tengo intención de pillarme por ninguna chica”
El pitido agudo y obstinado del motorola sin batería marcaba el paso del tiempo en el silencio de la conversación de miradas. No había nada que decir, cada cinco minutos el estúpido aparato lo recordaba.

Yo intentaba adentrarme en sus pensamientos, otra vez, a pesar del evidente fracaso de las otras ocasiones. ¿Era tristeza ese reflejo acuoso? ¿La respiración calmada era fruto de un gran esfuerzo para tranquilizarse? ¿Estaba ganando o perdiendo la discusión?

-Bueno… me tengo que ir…-su voz intentaba ser pausada y susurrante pero rompió el silencio como un grito de batalla.
(Estoy harta de chicos atormentados que en su sufrimiento buscan el placer)

-Ya es algo tarde…-Respondí también con el mismo apacible alarido.

-…- Sus labios se movieron buscado algo que decir pero solo se escucho de nuevo el pitido.
(No eres más que un niño de papá caprichoso y terco)

-¡Adiós!- Me gire antes de acabar aquella maldita palabra, mis ojos se perdieron entre las luces de los coches que a toda velocidad parecían líneas de una fotografía de con el diafragma abierto durante dos pitidos, quizás estuve más pero sin su móvil ya no pude medir lo que dura el silencio.
(Ni se te ocurra volverme a llamar)

Besar, acariciar, morder y arañar, valía todo menos enamorarse pero me di cuenta tarde.

Al llegar el momento de la despedida César no se pudo contener:

-No puede ser -dijo mirándola a los ojos fijamente- ¿Qué probabilidades existían de que nos encontráramos aquí, en mitad de un club de Berna, Suiza al que nunca volveremos? ¡He estado mil veces en Segovía y nunca te había visto. Hemos pasado la noche perfecta, no hemos dejado de hablar, bailar y reír ni un momento.
Y cuando rozaba el cielo besándote dijiste eso, fueron solo diez segundos, ¿Por diez segundos vamos a olvidar el resto de la noche? Hagamos una cosa: olvidemos esos 10 segundos, como si nunca hubiesen existido, ¡No me digas hasta siempre por favor!

-Pero no es solo una frase -replicó Libertad en un tono pausado con la mirada perdida al final de la calle- es una persona que me quiere, no puedo olvidar que tengo novio.

-Has desmontado mi mejor argumentación con solo una frase, cada vez que hablas me gustas más. Eres la chica más maravillosa del mundo.

-Que te vaya bonito- Contestó Libertad clavando por última vez su oscura pupila en César.

-Adiós -Respondió en un susurro girándose y prometiéndose no mirar atrás.


Llevaba desde el viernes sin comer, dormitando frente a la tele con un infinito ciclo de todas nuestras películas.


El viernes por la tarde ella me había vuelto a llamar, me anunciaba de manera fría y ascética que el domingo por la tarde se pasaría por sus cosas.


Me dejara las llaves sobre la mesa, me lo tome como un “espero que no estés”

Después llamó Cesar, fue insistente, debería haber descolgado e irme de borrachera hasta el domingo por la mañana, con un poco de suerte conocería a una chica para pasarsela por delante a Pieta’ el domingo cuando entrara.

Pero he preferido no moverme ni un milímetro en dos días, como si eso hiciera parar el tiempo, o quizás retroceder a cuando íbamos juntos a la filmoteca.

Dudo entre si ya no la odio porque no la quiero o por lo contrario.

Son las 4 ya, me levanto y dejo un post-it junto a los DVD´s

“Ya me has robado demasiadas escenas, no te lleves también los DVD´s”

Al volver encontré escrito el reverso:
“Tus DVD´s eran tan aburridos como tus escenas”
Su ingenio siempre me hizo sonreír.




Llego a tú cama alcoholizado apestando a fiesta y otras,
te pido dormir a tú lado
me despierto buscando ahogarme tu dulce humedad,
me jadeas lo que me odias,
me susurraras que la última vez que te encuentro,
sé que no es verdad pero sería lo mejor
así yo estaría solo
así tu serías feliz
me confieso en tu ombligo
me odio,
no merezco ningún perdón
ni ninguna de las veces que me has perdonado
te quiero cada domingo a las 10, me olvido cada sábado a las 11.