Recorres mi piel parándote en cada marca, me preguntas por cada cicatriz, me callo sobre algunas y te miento en todas; cuando llegas a la bandera tatuada sobre el lado izquierdo de mi pecho me preguntas porqué no es la Bandera Roja de los Obreros, tú la revolucionaria que votó al SOE, "No está hecha con tinta si no con odio y el Odio no tiene color", pero lo pienso sin decirlo.

¿Qué puedes saber de como es el verdadero Odio? Ese que crece cada día desde que tienes consciencia de la realidad del mundo, ese que tiene el nombre de cada uno de los miles que te ha mirado con lastima, que se creen mejor que tú y se atreven hasta a darte consejos.

Tiene el nombre de ese profesor de instituto que no dejaba de repetir 'estudiar siempre ha sido para unos pocos -y no para vosotros' añadía bajando la voz.

Tiene la cara de ese bofia que afirma que eres parable por tu aspecto, al que tienes que hablar con respeto y con la cabeza gacha para que todo vaya bien.

También tiene marcas, cicatrices; las que se ven y las más profundas, las recibidas en el cuerpo propio y en el de otro, todas seguirán doliendo hasta ser vengadas, pero eso nunca lo entenderás.

Esa es la parte más dulce del Odio, paladear el dulce pensamiento de Venganza, planear cada detalle o encontrártela el día menos pensado, esa es la única razón para la sonrisa que encontrarás en mis labios, aunque nunca te lo contaré.

0 comentarios: